Hace poco me dijeron: "he estado viendo tu blog y utilizas filtros en todas tus fotografías...¡me tengo que comprar alguno!"

Efectivamente, no sé que haría sin ellos. Además de permitirnos ser técnicamente más precisos, nos dejan la puerta abierta a un tipo de fotografía artística, muy difícil de conseguir sin ellos.

De la mano de Andoni Lamborena, visité la famosa Ballena de Sonabia. Íbamos a la aventura, y por las montañas que rodean la zona vimos que era complicado hacer el atardecer.
Una pequeña cala me llamó mucho la atención, con piedras circulares en las que comenzaba a brotar el verdín, y con el pueblecito de Islares al fondo. Una cosa que siempre me gusta es que el sol tiña las paredes, ya que de esta manera a pesar de utilizar degradados, no quedan subexpuestas.



Canon 5d MKII, Canon 17-40 (a 20mm, f/16, 0,6 seg. e Iso 50), trípode y degradado neutro.

El cielo estaba plano, y debido al lugar no acabó de teñirse, por lo que probé algún filtro degradado de color, para probar cosas diferentes.



Canon 5d MKII, Canon 17-40 (a 20mm, f/11, 0,8 seg. e Iso 50), trípode, degradado neutro y degradado azul 123.

El degradado azul como vemos da un toque natural, y potencia el azul del cielo, por lo que su utilización es sencilla. Pero un filtro con el que siempre me he peleado y con el que nunca obtengo resultados que me gusten es el degradado naranja...realmente complicado por los resultados tan llamativos y antinaturales, pero dejo esta fotografía para que juzguéis vosotros mismos.



Canon 5d MKII, Canon 17-40 (a 24mm, f/9, 120 seg. e Iso 100), trípode, degradado neutro, degradado tobacco 125, y densidad neutra de 9 pasos.

El tiempo se pasó tan rápidamente que no nos dimos cuenta que el sol se había puesto, así que salimos a toda prisa de la cala y tratamos de tirar la última fotografía, con las montañas de Santoña al fondo.



Canon 5d MKII, Canon 17-40 (a 26mm, f/16, 8 seg. e Iso 100), trípode, degradado neutro y degradado inverso.