Cuando estamos pasando una mala época únicamente deseamos que se pase y así poder pasar página, eso es lo que me ha sucedido con el verano.
A pesar de que el otoño suele ser sinónimo de depresión, melancolía y demás trastornos asociados, deseaba que se pasara la época del sol, playa y supongo que inconscientemente la época de más "felicidad"; del año, ya que poco tenía que celebrar.

Afortunadamente la entrada de esta colorida estación me ha traído la tranquilidad que necesitaba y la afronto con una renovada ilusión, nuevas metas y proyectos en el horizonte.

El mono que tenía de hacer una salida al bosque era algo terrible, estoy cansado de la costa, del salitre y de la arena...en especial me apetecía fotografiar ríos, así que me dirigí al río por excelencia de Vizcaya...el Río Nervión.

La anteúltima semana de Septiembre tuvimos unos días bastante lluviosos, por lo que calculaba que el río bajaría con suficiente cantidad de agua...y así fue.
Según llegué me sentí genial, se respiraba ese ambiente otoñal tan especial...temperatura fresca, mucha humedad y las primeras pinceladas rojas.

Desde que comencé en la fotografía me gustaba el resultado de enmascarar el fondo con elementos de otros planos y cuando vi un pequeño salto de agua tras este desnudo árbol no pude resistir la tentación.



Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 17mm, f/11, 5 segundos e ISO 100), trípode y polarizador.

Las paredes del cañón rebosaban de niebla y en ocasiones bajaban lenguas que se dispersaban antes de llegar al río. Quería introducir una pequeña porción de estas pareces y así mostrar la majestuosidad y grandeza del entorno...



Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 21mm, f/11, 2 segundos e ISO 100), trípode y polarizador.

Ya casi bajo el Salto observé un pequeño torrente de agua originado por las abundantes lluvias de las horas previas. A pesar de haberme respetado la lluvia, en ese punto se puso a llover copiosamente he hizo que tuviera que sacar todos los accesorios para el agua.
Afortunadamente remitió rápidamente y tras pelearme mucho rato con los filtros degradados conseguí esta última toma antes de regresar de mi particular ejercicio de reflexión.



Canon 5d MarkII, Canon 24-70 L (a 51mm, f/6.3, ½ segundos e ISO 200), trípode y polarizador.