Como os comenté en alguna entrada anterior, el mes pasado pude disfrutar de una semana fotográfica en la que además de descubrir nuevos lugares, desconecté de la rutina y disfruté de la fotografía como nunca lo había hecho.

La primera parada fue el famoso Río Tinto, tres días y medio que dieron para bastante más de lo que creía, ya que, temía que el desconocimiento de la zona me robase demasiado tiempo buscando localizaciones, pero en este aspecto tuve bastante suerte.

Reconozco que me sorprendió mucho, muchísimo. En parte por el temor de encontrarme una variedad paisajística escasa, pero posteriormente me di cuenta de que esto depende más del ingenio del fotógrafo que de las posibilidades que nos brinde el lugar.

El primer contacto con las aguas rojizas fue impactante, todas las fotografías que había visto eran reales, no tenían una saturación excesiva como pensaba. Era un espectáculo impresionante, más que ver transcurrir las aguas de un río, era como ver una masa de lava...



Canon 5d Mark II, Canon 70-200 2.8 (a 145mm, f/11, 1/20 s, ISO 100), trípode y pola.

Es cierto que el agua era más anaranjada que rojiza y que la amplia gama de colores cálidos era debida a una fina capa de lodo que adquiría esas tonalidades y dependiendo de la hora del día en que lo visitases obtenías desde unos rojos saturados a unos débiles naranjas en el mismo punto.

El uso del polarizador era algo indispensable, puesto que el clima primaveral que me acompañó durante esos días ayudaba a obtener unos coloridos y saturación muy atractivos, además de eliminar los molestos reflejos de la superficie, aunque a veces eliminarlos era una misión imposible y en otros casos jugar con el reflejo azul del cielo daba resultados sorprendentes.



Canon 5d Mark II, Canon 24-70 (a 57mm, f/11, 1/13 s, ISO 100), trípode y pola.

Una vez más, matizo que lo que os muestro es lo que había, que las fotografías no han pasado por un proceso de tono/saturación extremo. Como curiosidad, la saturación y luminosidad del canal rojo me llevó a no poder sobreexponer en demasía las imágenes, porque de lo contrario reventar ese canal era sencillo.

Siempre que vemos una fotografía que nos agrada tenemos que ir sorteando una serie de obstáculos hasta conseguir la imagen "perfecta", pero en ocasiones resulta casi imposible si no podemos controlar factores externos a los fotográficos.
En esta ocasión me fijé en un detalle del río, masa de lodo colorido con algas, al más puro estilo de cuadro abstracto (veo hasta las pinceladas con brocha gorda)...primero componer, sencillo. Segundo, reencuadrar para eliminar los reflejos...algo más costoso encontrar un encuadre igual de efectivo que el primero pero sin esa molesta luz en la superficie. Y por último el más difícil todavía, ¡¡cómo eliminar las pompas que se formaban en un pequeño salto de agua cercano!!
Fue tarea casi imposible, probé todo lo posible, aumentando la exposición para ver si pasaban desapercibidas, realizando una presita para ver si modificaban el rumbo...nada, no había manera. Al final he seleccionado una en la que las estelas pasan bastante desapercibidas.



Canon 5d Mark II, Canon 70-200 2.8 (a 78mm, f/11, 1/10 s, ISO 100), trípode y pola.

El día que mejor me lo pasé fue el día anterior a partir, un día al más puro estilo Bear Grylls en el Último Superviviente.
Antiguamente una vía férrea unía las minas de Río Tinto con Huelva y las vías van paralelas al río. Me desplacé a una zona algo más alejada, menos turística y me sorprendió la cantidad de edificios y demás estructuras abandonadas que encontré, una delicia para todos los amantes de la aventura.
En un determinado punto las vías pasaban por un puente, con un más que discutible aspecto de estabilidad, ya que la zona "peatonal" había que realizarla sobre unas finas placas agujereadas de hierro.
Fue a mitad del puente cuando eché la vista hacia abajo y vi un pequeño meandro del río muy atractivo. Para hacer lo que tenía en mente, tenía que sacar medio cuerpo del puente y sustentándome en un cuestionable hierro...no sé si valió la pena, pero entre otra cosas esto es lo que capté.



Canon 5d Mark II, Canon 70-200 2.8 (a 70mm, f/6.3, 1/125 s, ISO 400), trípode y pola.

Iré posteando más detalles de Río Tinto, que no serán ni río ni tintos...