Me gusta picotear, lo reconozco, y no estoy hablando de comida precisamente.

En tomas como las crepusculares, la luz es cambiante y las tonalidades varían por segundos, y en este tipo de situaciones tenemos dos posibilidades; la primera encontrar un encuadre y explotarlo, la misma foto con luces y colores diferentes; la segunda ir variando los encuadres a medida que cambia la luz...yo soy del tipo 2.

Ambas tienen sus pros y sus contras. Por un lado si realmente encuentras un enclave idóneo para que resulte de él una foto espectacular, podremos explotarlo y casi con toda seguridad nos iremos con el instante más adecuado, pero una única foto.
En cambio de la otra manera, si somos un poco hábiles a la hora de cambiar de lugar, medimos y solventamos las dificultades técnicas con rapidez, obtendremos varias tomas completamente diferentes, con sus momentos de luz y tonalidad.
Un refrán que me encanta dice: "quien mucho abarca, poco aprieta", por lo que hay que ser realistas y no querer cubrir una amplia superpie de terreno en poco tiempo.

En mis vacaciones en Cabo de Gata, durante mi primera visita al Arrecife de la Sirenas, no conseguía una buena toma de este mítico lugar, y cuando el sol había desaparecido del cielo y todavía proyectaba una cálida y agradable luz, ví cómo a mi izquierda la luna salía por las montañas...momento de nerviosismo...reencuadré y este fue de los primeros disparos.



Canon 30d, Canon 17-40mm (a 17mm. f/11 y 106 segundos), trípode, degradado circular y degradado Cokin.

La luz se perdía por momentos, a pasos agigantados, y era complicado medir porque entre toma y toma había mucha diferencia de luz, por lo que había que hacerlo a ojo.
No me rendí, y entusiasmado por el momento seguí haciendo fotos, ya que estaba esperando que la luna se elevara un poco más y que reflejara su luz en la línea del primer plano y plano medio.

12 minutos exactos. Esa es la diferencia entre estas fotos, tan parecidas de hora y tan diferentes a la vista...hay veces que merece la pena conservar el encuadre hasta el final, a sabiendas de que nos perderemos otras fotos.



Canon 30d, Canon 17-40mm (a 17mm. f/8 y 200 segundos), trípode, degradado circular y degradado Cokin.




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