Playa de Arnía II: Noche de luna llena
20 November, 2009, 15:13 - -Blanco y negro, -Fuerza del mar, -Largas exposiciones, -Nocturnas, -Cantabria
Tras esperar ansiosamente a que el último resquicio de luz desapareciera del horizonte, volvimos a coger el equipo para una segunda sesión, esta vez con la "débil" luz de la luna como única fuente de iluminación.A pesar de encontrarse en una altura media, parte de los flish de la playa quedaban en sombra por lo que todavía había que esperar un poco para tirar de angular, así que decidí centrarme en un gran peñasco e intentar captar la textura que la luz oblicua de la luna resaltaba.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 24mm, f/5, 484 segundos e ISO 100), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Tras esta foto todo quedaba iluminado homogéneamente, por lo que bajamos a la playa. La marea iba bajando perezosamente por lo que las calles que estaban más cerca del mar aún tenían mucho agua, así que me decidí por una toma en la primera hilera de flish. Es curioso cómo a veces la foto no borrada resulta la elegida...durante la prueba de exposición tres nubes se posaron sobre el punto de interés enfatizando la fuerza de éste y ayudando a compensar los pesos de los elementos. Lógicamente en la toma larga las nubes se desdibujaron y perdió toda la garra que tenía la prueba.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 20mm, f/5, 30 segundos e ISO 1600), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Por fin las aguas bajaron y pudimos acceder a aquellas partes que suelen permanecer bajo ocultas casi de manera continuada, fue aquí cuando el suelo cobró vida...colores de todas las ganas, peces, moluscos, algas...todo fascinante y mágico...estuvimos observando el espectáculo un buen rato, ajenos a todo lo que nos rodeaba.
En la última de las calles, la hilera de piedras laterales tomó un mayor protagonismo. Decidí introducir una gran porción de suelo en primer plano y dejar únicamente las dos enormes piedras en el plano superior, para tratar de que el espectador imagine la textura tan rugosa de esas enormes moles.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 17mm, f/5, 952 segundos e ISO 100), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Mientras la foto se realizaba éramos conscientes de cómo la marea subía con gran rapidez...piedras que antes eran visibles habían desaparecido y a pesar de llevar botas de agua empezábamos a ponernos nerviosos, pero parar la exposición hubiera supuesto un fiasco y una pérdida de tiempo, así que aguantamos como titanes mientras acababa de tomarse la fotografía. Menos mal que Javi siempre es optimista y me tranquilizó...pudimos pasar con algún que otro problemilla pero sin consecuencias.
En este punto quiero explicar porqué las fotos que estoy poniendo son monocromáticas, al margen de que me encante por las sensaciones que transmite. Es cierto que estas dos fotos las vi in situ en blanco y negro, pero me ha costado muchísimo procesar el resto al no conseguir un color correcto. En las siguientes tomas me gustan los encuadres, pero no me convence el color tan extraño que salió (por no hablar de las que ni siquiera he conseguido que sean aceptables).
Desde un punto más seguro realicé otra toma con una idea compositiva similar. Esta vez con menos peso del primer plano y más de los elementos de planos superiores, todo ello reforzado con unas nubes fugaces que siempre son bienvenidas en las tomas nocturnas...por el lateral la luz residual de las ciudades coloreaban parte del cielo.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 19mm, f/5, 507 segundos e ISO 100), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Ya de vuelta a un lugar cercano al de la segunda toma, decidí repetirla, ya que ahora la luz era totalmente favorable y habían desaparecido las duras sombras del fondo. Opté por una toma horizontal para repartir un poco el protagonismo entre el cielo y las hileras de piedra y agua.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 29mm, f/5, 510 segundos e ISO 100), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Cuando íbamos con idea de recoger, un par de piedras retrasaron momentáneamente nuestro regreso. Como siempre hice un toma para comprobar la exposición a ISOS altos y en el momento en que la toma "buena" se estaba realizando unas densas nubes taparon la luna y decidí aumentar casi un paso más la exposición...la pifié y el cielo quedó de un bonito tono blanquecino, por lo que una vez más recurrí a la prueba...no creí que la contaminación lumínica de ese extremo fuera tan fuerte como para dar tanta luz a esa zona.
Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 17mm, f/5, 30 segundos e ISO 1600), degradado neutro de 3 pasos y trípode.
Tras este fiasco (que vi en Bilbao ya) regresamos con la sonrisa en la boca por la experiencia vivida y a sabiendas de que sólo dormiría unas pocas horas por cuestiones familiares.
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